Desde las 5 de la tarde del miércoles, organizaciones sociales que onstruyen una realidad diferente junto a pibes y pibas del oeste y sur del conurbano, despabilaron la tarde del Barrio La Victoria, de Moreno, para hacer oír lo que Aluminé, una educadora de General Rodríguez, definió como"la consigna que ya es de todos: 'el hambre es un crimen'".
Con banderas multicolores, estandartes con consignas como "Trabajo para papá" y al ritmo de murgas, los chicos no sólo recordaron la necesidad de la vigencia de sus derechos en el Día Mundial de la Infancia, sino que también dejaron en claro cuál es su posición frente a la persistencia del gobierno bonaerense de bajar la edad de imputabilidad en el sistema penal juvenil:"Scioli, no rompas las pelotas que el hambre es un crimen, los pibes no se tocan", cantaron por las c alles.Varios vecinos no aguantaron la curiosidad y asomaron desde los patios donde estaban mateando; algunos aprovecharon para sacar fotografías con suscelulares y otros simplemente se dejaron llevar por esa sinfonía infantil ypopular que sonaba por Shakespeare, la calle por donde avanzó una de las columnas.Pequeños de Camino Solidario, una organización de Moreno, subían hasta las veredas para repartir los volantes que ellos y sus educadores armaron, yhasta algunos regalaron sus trabajos: hojas llenas de cuentas de matemáticas que habían resuelto en el apoyo escolar.Quienes estuvieron a cargo de la movida fueron adolescentes y jóvenes de las organizaciones de Moreno y General Rodríguez. Para Juan Olivera, el sacerdote y miembro del Colectivo La Esperanza, la organización impulsora dela jornada, la marcha "fue importante porque se demostró que desde la periferia se puede convocar" y, además, porque "permite que sigamos encontrándonos en nuestros propios lugares".Las dos columnas de pibes caminaron 20 cuadras cada una hasta llegar a laPlaza del Barrio Satélite, donde desde un escenario encontraron un espacio en el que fueron los únicos protagonistas: "Basta de hambre, pero no sólo de comida, sino también de amor, justicia, comprensión y educación", dijo Belén, de Camino Solidario. "¿Qué estamos haciendo con los pibes que anestesian sus vidas con drogas, cuál es la solución? ¿Desaparecerlos por un mpo y llevarlos al frío de una cárcel?", añadió en clara alusión a labaja de la edad de imputabilidad."Es una locura bajar la edad de imputabilidad, con eso no se soluciona nada.Ya sabemos lo que pasa con los pibes que llegan a los institutos, donde caen en el individualismo de tener que robar una zapatilla o comida. La solución es que ellos vean que sus papás salen de su casa con ropa de trabajo",graficó Aluminé de Ruca Hueney, una organización de General Rodríguez.
"Por una infancia feliz", "Ropa digna", "Que no me mate la desnutrición","No a la corrupción" y "Queremos alimentarnos bien" fueron algunos de las pancartas que llevaron los Chicos del Sur, una organización de Fiorito que dio el sí a la convocatoria.
Una de las vecinas que se sumó a la convocatoria fue Gladis, la mamá deMiguel Da Silva, un pibe de 15 años asesinado por el gatillo fácil de unpolicía de la Comisaría primera de Moreno. "Iba caminando con un amigo. La policía los paró porque decía que andaba afanando. Uno les hizo levantar las manos y le tiró (a Miguel). Y ahí se acabaron los sueños", sintetizó la mujer que hace dos años abrió "El rincón de Miguel", un espacio desde donde intenta "que los chicos no sean víctimas de un tipo como Sebastián Álvarez",el policía acusado del crimen que "todavía está en libertad" a la espera del juicio que comenzará, si nada cambia, el mes próximo.
La convocatoria fue amplia. "La consigna 'El hambre es un crimen' convoca, pero también tiene una trampa porque si uno se acerca y no es referente, no puede entrar y se hace difícil. Aquí se ha conseguido hacer un equilibrio entre varias consignas, y sostenerlas, explicarlas, compartirlas y defenderlas", dejó en claro.
De la marcha participaron la CTA, ATE y SUTEBA de Moreno, la Juventud de laCTA-Capital y militantes de Proyecto Sur. Y además de las organizacionesantes mencionadas, miembros del Centro Camino Solidario, Santa Elena, NiñoDios, Balvanera, Hijos del Campo (de Florencio Varela), El Palomar y ChePibe (de Lomas de Zamora) y el espacio cultural El Culebrón Timbal. Todo fue en un clima de alegría o en lo que definió la pequeña Daniela: "En un marco festivo, que es nuestro estilo de protesta".
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